Fobia a volar: ¿cómo se puede tratar?


Se calcula que entre una quinta y una tercera parte de los viajeros sufren algún grado de miedo a volar. Sin embargo, ¡existen técnicas, cursos y cursillos para ayudarle a superar el miedo a volar! Descubra cómo detectarlo, identificar sus causas y cómo tratar su miedo a volar para poder viajar con la mente despejada

¿Te afecta el miedo a volar?

El miedo a volar es una manifestación de temor y ansiedad ante la mención de viajar en avión, ya sea en Francia o al otro lado del mundo. En su forma más aguda, la ansiedad puede aparecer en cuanto se planifica el viaje y se reservan los vuelos. Los sentimientos de angustia y ansiedad alcanzan su punto álgido a la llegada al aeropuerto, durante el embarque y durante el vuelo. Una vez en la altitud, el paciente puede sentir un gran malestar y estrés, y se vuelve hiperreceptivo a las señales del entorno. Cada señal se interpreta entonces de forma catastrófica, ya sean ruidos desconocidos o turbulencias durante el vuelo, todo lo cual es perfectamente normal. La fobia a volar se expresa en diversos grados y puede provocar síntomas de estrés, ansiedad e incluso pánico

Lista de síntomas de la fobia a volar

  • Temblores
  • Sudoración
  • Palpitaciones
  • Problemas gástricos
  • Rubor
  • Pérdida de orientación
  • Sensación de desorientación
  • Irritabilidad

Fobia y evitación de aviones

Otro síntoma es la evitación. En su forma aguda, consiste en no volar en absoluto, por miedo a enfrentarse a estas ansiedades. La persona afectada evitará cuidadosamente los aeropuertos, lo que tiene el efecto perjudicial de afianzar las ansiedades gracias a la comodidad engañosa de dejar de sentirlas. Otra estrategia de evitación más común: muchas personas que sufren ansiedad al volar recurren a la medicación o al alcohol, antes o durante el vuelo. Esto ayuda a aliviar los síntomas reduciendo el nivel de conciencia, pero sin superar el miedo a volar. Los viajes en avión pueden ser incómodos y estresantes, pero no hasta el punto de provocar pánico y fobia. El viajero suele sumergirse en distracciones (películas o libros) para evitar pensar en una situación que le preocupa profundamente. Aunque sea mucho menos incapacitante, es un caso que hay que vigilar para evitar que un estrés leve degenere en miedo a volar

¿De dónde viene el miedo a volar?

Miedo a volar: una fobia compleja

¿De dónde viene la fobia a volar? En realidad, no existe una respuesta universal a esta pregunta. Es un trastorno de ansiedad especialmente difícil de diagnosticar, y es diferente para cada individuo. El miedo a volar es una fobia compleja, una mezcla de miedos específicos a volar (miedo a fallos técnicos, a fallos del piloto, a turbulencias, miedo a estrellarse...) y miedos inespecíficos (claustrofobia, fobias sociales, miedo al mar, miedo a perder el control...). En algunos pacientes, estos miedos inespecíficos son anteriores a la fobia a volar, pero se ponen de manifiesto en la situación de vuelo. Se vuelven difíciles de desenmarañar e identificar sin ayuda externa (ya sea terapias cognitivo-conductuales o hipnosis). La sensación de malestar es autosuficiente y adopta el nombre de miedo a volar, ansiedad o incluso fobia a volar cuando se vuelve realmente paralizante.

¿Cómo se llega a tener fobia a volar?

La fobia a volar no es innata. Siempre es curable. Nunca se repetirá lo suficiente: ¡nadie nace con fobia a volar! Al contrario, se trata de un miedo adquirido, que combina trastornos preexistentes. A veces se desencadena por una mala experiencia en el avión: un vuelo agitado, fuertes turbulencias, una crisis nerviosa durante el vuelo... En muchos otros casos, aparece de un día para otro, sin ninguna causa lógica. Algunas fobias aparecen incluso en tripulaciones de vuelo o pasajeros frecuentes, tras miles de horas de vuelo sin problemas. Por último, en muchos casos, la ansiedad por volar se autoalimenta con la exposición mediática de los accidentes aéreos. Aunque infinitamente más raros que los accidentes de carretera, su tratamiento acentúa los fenómenos de ansiedad en las personas con antecedentes ansiosos. Por eso le aconsejamos que evite centrarse en la continua cobertura informativa y que busque información equilibrada de verdaderos especialistas en seguridad aérea

Definición de miedo a volar

La fobia a volar también se conoce como aviofobia o aerodromofobia. Es uno de los trastornos de ansiedad. Es una fobia a viajar en avión. La fobia debe distinguirse del simple miedo. Este último es una reacción graduada y adaptada, útil en caso de peligro. La fobia, en cambio, es un miedo patológico que hay que tratar. La fobia está estrechamente relacionada con la ansiedad, un estado de perturbación psicológica causado por el miedo al peligro. Puede decirse que existe fobia a volar cuando la ansiedad es tan incapacitante que causa un gran malestar o hace imposible volar

Miedo a volar: 3 ejemplos de desencadenantes

Volar desencadena ansiedades específicas, a menudo preexistentes. He aquí 3 ejemplos (no exhaustivos) de trastornos de ansiedad que pueden tratarse por separado.

Miedo a volar y claustrofobia

La claustrofobia es el miedo a los espacios cerrados. Muy extendida, es una de las principales causas de las fobias a los aviones. Los pacientes que sufren de claustrofobia tienen dificultades para hacer frente al hecho de estar en una cabina pequeña, sin manera de salir. En particular, la claustrofobia es el miedo pánico de no ser capaz de escapar en caso de peligro. Está relacionada con la pérdida de control que sienten muchos viajeros aéreos. Una vez identificada, tratar la claustrofobia como un trastorno de ansiedad es una posible técnica para superar la fobia a volar

Agujeros en el aire y turbulencias en los aviones

Los agujeros de aire son probablemente la idea errónea más común sobre los aviones. Provienen de la idea errónea de que existen zonas de vacío en el cielo. En los agujeros de aire, el avión ya no se sostiene, experimenta turbulencias e incluso puede caerse. ¡Por supuesto que no! Los agujeros de aire no existen, porque no hay más vacío en el aire que en el agua. Las turbulencias se producen por el movimiento de las masas de aire. No son peligrosas para los aviones, pero a lo sumo causan molestias en la cabina. Como parte de la terapia cognitivo-conductual (o TCC), se puede dar a los pacientes información fiable sobre el vuelo y la seguridad aérea, con el fin de cortocircuitar sus ideas preconcebidas y desactivar la mayoría de sus miedos a volar

Fobia al vacío

La vacíofobia (o acrofobia) es un miedo a las alturas desproporcionado con respecto a los peligros reales. Un avión no puede caer del cielo. Al contrario, gracias a su sustentación, puede volar durante muchos kilómetros, incluso con los motores apagados

¿Cómo superar el miedo a volar?

Nunca es demasiado tarde, ni demasiado pronto, para tratar el miedo a volar. Todo el mundo puede beneficiarse de nuestros cursos contra el miedo a volar y redescubrir el placer de volar con tranquilidad. Le permite sentirse totalmente dueño de su destino y disfrutar de viajes con la familia y los amigos, en cualquier parte del mundo. Para los viajeros de negocios, significa poder por fin realizar viajes de trabajo sin que las fobias o ansiedades los contaminen.No existe un método único para superar la fobia a volar: la hipnosis, la homeopatía y los libros de autoayuda también tienen sus seguidores. Dicho esto, son la psicología y las terapias cognitivo-conductuales las que mejores resultados dan cuando se trata de superar fobias y viajar con la mente más ligera.

Terapias cognitivo-conductuales

Cada terapia para la fobia a volar es diferente. Debe identificar la naturaleza de la ansiedad y los trastornos de ansiedad que puedan estar presentes. Identificar la causa de una fobia o ansiedad a volar es fundamental. Esto nos da la oportunidad de tratar por separado cualquier trastorno preexistente. Ya se trate de claustrofobia, ansiedad social, ansiedad por pérdida de control u otra cosa, conocer la causa exacta del miedo a volar es el primer paso para orientar la terapia. Las terapias cognitivo-conductuales (o TCC) han demostrado su eficacia en el tratamiento de las fobias en sentido amplio, y en particular para el miedo a volar. ¿En qué consisten? Estas terapias se basan en dos componentes: 1.cognitivo y 2.conductual. La parte cognitiva proporciona una base de conocimientos para comprender el tema de la fobia: aviones, volar, pilotar, seguridad aérea. El componente conductual crea una respuesta física a los síntomas de estrés. Esto incluye técnicas de relajación y respiración. En conjunto, la TCC ayuda a sustituir los circuitos de pensamiento y los malos reflejos que condujeron al círculo vicioso de la aerofobia.