¿Cómo dejar de tener miedo a volar?


Manos húmedas o agarradas a los reposabrazos, respiración acelerada, un nudo en el estómago... Estos son sólo algunos de los síntomas del miedo a volar. Si alguna vez ha experimentado alguno de ellos, siga leyendo. Esta página le ayudará a entender de dónde viene este miedo y cómo encontrar una cura duradera. Le ofrecemos asesoramiento, terapia y cursos de formación para ayudarle a dejar de tener miedo a volar... ¡y a disfrutar al máximo de sus viajes, desde el mismo momento en que suba al avión!

Entender el miedo a volar

¿Cómo se llama el miedo a volar?

La fobia a volar se denomina aviofobia o, alternativamente, aerodromofobia. Estos dos términos son sinónimos: se refieren tanto al miedo a volar como a la fobia que se siente ante la mención de los viajes en avión. El término aerofobia se utiliza a veces erróneamente para describir el miedo a volar. Se trata de un término erróneo: en realidad, la aerofobia se refiere al miedo al aire fresco o al viento

¿De dónde viene?

Como algunas fobias, es un miedo compuesto. Sus orígenes varían mucho de un individuo a otro, por lo que es imposible establecer un diagnóstico común. La fobia o miedo a volar se desencadena por la situación de volar, pero en realidad implica otros miedos o fobias. Se trata de trastornos asociados activados por la situación de un vuelo en cabina

Algunos trastornos asociados al miedo a volar

Claustrofobia
Acuafobia (al volar sobre el agua)
Miedos sociales
Agorafobia (sobre todo el miedo a no poder escapar)
Acrofobia (miedo a las alturas)
Astrafobia (miedo a los rayos) y brontofobia (miedo a los truenos)
Cumulofobia (miedo a las nubes)
Emetofobia (miedo a vomitar)
Miedos irracionales
Problemas de pérdida de control
Miedo a la muerte

A veces, un ligero miedo a volar se alimenta de la exposición a películas de catástrofes o de un alto nivel de receptividad a la información sobre accidentes aéreos. En otros casos, una mala experiencia durante un vuelo puede ser el punto de partida de una ansiedad irracional: turbulencias, un retraso en la pista considerado anormal y, por tanto, preocupante, un despegue turbulento, una tormenta... El pasajero extrapolará entonces completando los datos desconocidos con creencias erróneas. Lo que en realidad es un acontecimiento trivial y controlado se convierte en causa de miedo y ansiedad. Por último, en casos poco frecuentes, el miedo a volar está vinculado a disfunciones fisiológicas que se producen durante el viaje en avión. Éstos pueden estar relacionados con problemas fisiológicos independientes de los viajes en avión. Para establecer un diagnóstico puede ser necesario responder a un cuestionario sobre el miedo a volar o consultar a un terapeuta. Más que cualquier otra fobia, el miedo a volar es diferente para cada individuo. Identificar el origen de tu ansiedad es fundamental para entenderla y superarla, ¡para que un día dejes de tener miedo a volar!

¿Cómo dejar de tener miedo a volar?

Consejos rápidos para controlar el miedo a volar

Antes de pasar a las terapias y cursos para una cura duradera para su miedo a volar, aquí hay algunas soluciones fáciles de implementar para hacer que los viajes aéreos sean menos estresantes. Si usted tiene un miedo de bajo grado a volar, estos consejos pueden ayudar. En pocas palabras, estos consejos están diseñados para ayudarle a recuperar su avión y el aeropuerto transformándolo en un lugar afectuoso. Le dan el control sobre el transcurso de su día de viaje: llegue pronto al aeropuerto para tener tiempo de pasar por todos los mostradores de facturación y admirar el ballet de aviones mientras despegan.Elija su asiento con antelación, para poder sentarse en su silla favorita (a ser posible en el lado del pasillo para mayor libertad). Informe al personal de cabina si siente aprensión al volar (están formados para ello, y sabrán cómo tranquilizarle en caso de turbulencias).Pero quizá el consejo más importante sea éste: para evitar que su mente le estropee el vuelo, elimine las creencias erróneas y las ideas negativas sustituyéndolas por información fiable sobre seguridad aérea

Desactivar las ideas preconcebidas sobre los aviones y la seguridad aérea

Desactivar las creencias erróneas es fundamental para eliminar el miedo a volar. Los miedos suelen estar alimentados por intuiciones negativas o ideas preconcebidas. Una de las más extendidas se refiere a los agujeros de aire. Se dice que son los responsables de las sacudidas durante el vuelo. En realidad, ocurre lo contrario: los agujeros de aire no existen. Las turbulencias son mini sacudidas que sólo tienen un efecto de unos centímetros en el avión, el equivalente a un bache en un coche, pero mucho menos peligroso. ¿Te preocupan las averías? En realidad, no deberían. La seguridad aérea es mejor que nunca. Cuanto más sepa sobre aviones, menos tendrá que preocuparse. Cada parte de la aeronave se somete a una doble o triple comprobación antes, durante y después del vuelo. La seguridad aérea ha aprendido mucho de sucesos pasados. Solo en 2018, más de 38 millones de vuelos llegaron sanos y salvos. El avión es, con diferencia, el medio de transporte más seguro

Obtén la información que necesitas para quitarle el miedo a volar

Reforzar tus conocimientos sobre aviones y tráfico aéreo es una de las claves para controlar tu miedo o fobia. Significa que puede dejar de 'rellenar los espacios en blanco' imaginando lo peor en cuanto se produce un acontecimiento desconocido durante el vuelo. Es esta parte 'cognitiva' la que se encuentra en el corazón de la TCC (terapia cognitivo-conductual), en la que se basan los cursos de Fofly.com. La parte informativa es inseparable de la conductual, y juntas forman un método probado y eficaz para eliminar el miedo a volar

TCC, el método más fiable para eliminar el miedo a volar

Las terapias cognitivo-conductuales son el método de elección utilizado por los psicólogos para la curación duradera de las fobias y, en particular, del miedo a volar. Esto es lo que hacen los cursos de Fofly.com desde 2011. Como su nombre indica, las terapias cognitivo-conductuales (o TCC) constan de un componente cognitivo para aprender sobre uno mismo y sobre el objeto de sus miedos; y de un componente conductual para adquirir automatismos que se aplicarán en situaciones de la vida real. La parte cognitiva incluye reforzar los conocimientos sobre los aviones y la seguridad aérea. Significa estar preparado para dar la interpretación correcta en caso de señal inesperada. ¿Una tormenta, turbulencias, un retraso en la pista? Es algo esperado y normal, y ahora sabes cómo lo maneja el piloto. La parte conductual te ayuda a desactivar los mecanismos que inducen el miedo a volar. Aprendes a cortocircuitar los pensamientos negativos sustituyéndolos por otros circuitos de pensamiento. Se adapta a la naturaleza del miedo y a las situaciones que lo desencadenan. Puede incluir ejercicios de relajación y coherencia cardiaca para enviar señales al cuerpo de que todo va bien. Esta fase utiliza las posibilidades tecnológicas de los auriculares de simulación de realidad virtual para una exposición suave a las causas de su fobia, supervisada por terapeutas.